La sobrecarga en Traumatología lleva las roturas de cadera a esperas de diez días

Tiene 79 años, hace 4 días que se rompió la cadera y acaba de entrar a quirófano. Ha tenido suerte. Pese a que la recomendación es operar a este tipo de pacientes como máximo dentro de las primeras 48 horas, Amparo puede sentirse afortunada a tenor del tiempo de espera medio de los pacientes con caderas rotas que aguardan entrar a quirófano: hasta 10 días en el hospital General de Valencia tal como reconoce el propio personal de enfermería y algunos traumatólogos.

Aunque parezca increíble, la sobrecarga de quirófanos y la falta de personal, especialmente en algunas especialidades muy saturadas como traumatología, hace que las roturas de cadera ya no se traten como urgencias quirúrgicas. Cualquier paciente que entre por urgencias con la cadera rota podría acabar días encamado hasta entrar a quirófano. ¿Cuánto? Depende. Esa es la respuesta que reciben los familiares al preguntar. Según los datos recabados por Levante-EMV a través de los sindicatos, en la Plana esperan hasta cinco días, en Xàtiva dos o tres de media, y en Sant Joan, el problema es que solo se ha quedado un especialista en Traumatología y, cuando libra, no tiene reemplazo.

Las guías sanitarias recomiendan realizar esta intervención en las primeras 48 horas. "Para los especialistas, es una prioridad", explica la presidenta de la Sociedad de Traumatología y Cirugía Ortopédica de la Comunitat Valenciana, Nuria Franco. Sin embargo, la traumatóloga explica que, en pacientes que ingieren anticoagulantes, los anestesistas recomiendan postergar la intervención hasta 72 horas después de tomar la última dosis del medicamento. Si las 72 horas se cumplen en fin de semana, se posterga hasta el lunes. "Esta medicación la toman entre el 30 y el 40 % de las personas mayores", apunta. De hecho, en hospitales como el de Dénia, Franco relata que "todas las tardes hay un especialista en Traumatología para atender las Urgencias". E incide: "Si se demora es porque el paciente no está en condiciones".

Desde la Conselleria de Sanidad, vigilan esta demora con asiduidad porque cada centro está obligado a realizar el 70 % de las cirugías urgentes de cadera en las primeras 48 horas y, en caso de no hacerlo, se debe justificar el motivo. "Cada mes, se remite una evaluación por hospital a Conselleria", cuenta Franco. Para tratar de revertir esta demora "obligatoria", la ciencia está trabajando en el desarrollo de medicación reversiva frente a los anticoagulantes.

Listas de espera

A las urgencias se le suman las listas de espera quirúrgica de los pacientes que están esperando ser llamados para reemplazar sus caderas por prótesis. El resultado de esta ecuación resulta obvio: retrasos en las cirugías programadas (entre 136 a 83 días para una prótesis de cadera, según datos de 2024 de la propia conselleria) y días de espera con la cadera rota ingresados en el hospital hasta que los especialistas lograr abrir huecos en los concurridos quirófanos. De hecho, en muchos centros, está aumentando la derivación de cirugías a la sanidad privada a través del Plan de Choque.

Amparo ha tenido suerte. Apenas ha esperado 72 horas desde que se cayó. Los hospitales, como el de Requena, donde solo hay cinco traumatólogos pese a tener ocho plazas habilitadas, hacen auténticos malabares para reducir al máximo el tiempo de espera de los pacientes ingresados con rotura. Se trata de operaciones que, además, requieren de dos o más cirujanos en quirófano, por lo que se complica la cuadratura de las intervenciones. Los responsables del servicio aprovechan las guardias para operar durante los fines de semana, entre el cirujano que sale y entra, y aliviar las listas de espera y acelerar las operaciones para intentar minimizar los riesgos a los pacientes.

Y es que los márgenes de tiempo actuales exceden los recomendados por la Asociación Española de Traumatología. La SECOT establece que las fracturas de cadera, especialmente en personas mayores, se intervengan lo antes posible, dentro de las primeras 48 horas salvo contraindicaciones médicas. Según los expertos, demorar la cirugía puede aumentar el riesgo de complicaciones como infecciones, trombosis y problemas posteriores de movilidad. 

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