Compromís y Sumar se acercan a una salida a la crisis en una maratoniana reunión

La jornada de reuniones entre Compromís y Sumar en el Congreso de los Diputados ha sido maratoniana este miércoles, y a última hora de la tarde nadie se atrevía a dar por cerrada la crisis, con amenaza incluida de la formación valencianista de salir del grupo. Tras ocho horas de reuniones, parece que la sangre no llegará al río. Al cierre de esta edición, los encuentros entre los partidos continuaban. Las conversaciones seguirán este jueves.

Desde hace diez días, Compromís está enfrascado en un debate interno sobre su futuro dentro del grupo plurinacional de Sumar en el Congreso de los Diputados, donde comparte espacio con representantes de Izquierda Unida, Más Madrid, Catalunya en Comú o la Chunta Aragonesista.

La crisis se desató después de que la dirección de Sumar vetara la lista de comparecientes que presentó la formación valencianista para la comisión de investigación sobre la dana en el Congreso. La línea rojo estaba en Pedro Sánchez, a quien Sumar, su socio de gobierno, no ha querido comprometer para no desviar el foco de la gestión del PP.

Compromís quiere replantear su posición en Sumar y elevar la presión sobre el PSOE

Desde entonces, Compromís ha amagado con salirse del grupo, una posición que algunos llevan tiempo defendiendo internamente ante un proyecto, el de Sumar, que no ha cumplido las expectativas tras el lanzamiento por Yolanda Díaz y no despega electoralmente.

Este miércoles, Compromís ha desplazado al Congreso una delegación de cinco (Aitana Mas y Amparo Piquer, referentes de Iniciativa y Més; además de Natxo Serra, secretario general de VerdsEquo, Pablo Bellver, de Més, y Sergi Tomas, de Iniciativa) a negociar un nuevo marco de relaciones dentro de Sumar. Los valencianistas reclaman libertad de voto para poder desmarcarse de la posición de un grupo que está representado en el Gobierno, así como mantener una relación bilateral con el Gobierno y poder realizar preguntas. Como telón de fondo, la voluntad de poder tener una posición más crítica con el Gobierno y el PSOE, especialmente en el contexto post-dana.

Tras varias horas de reuniones, fuentes de diferentes formaciones daban por cercano el acuerdo. Y confiaban en cerrarlo entre hoy y mañana. Compromís se ha reunido tanto con la dirección de Sumar (allí ha estado representado el Gobierno, a través del ministro Ernest Urtasun), como con los diferentes partidos que integran el grupo plurinacional: IU, Más Madrid, Comuns, Més Mallorca o la Chunta. “Todo apunta a que se resolverán las diferencias”, señalan.

Habrá alguna concesión, aunque algunos partidos no esconden su malestar por la puesta en escena de Compromís en este episodio. Tampoco ven viable el escenario de un Compromís partido así que, “bueno o malo, habrá acuerdo”. Respecto a los puntos críticos, confían en que se desbloqueará la comparecencia de Pedro Sánchez. Quienes no están participando en las reuniones son los dos diputados de Compromís, Àgueda Micó y Alberto Ibáñez, para proteger a quienes conviven a diario con el resto de partidos.

Debate interno

El debate interno dentro de Compromís sobre su futuro en Sumar ha estirado las costuras internas de la coalición, donde conviven tres familias que no coinciden en muchos planteamientos. Y uno de ellos es la manera en la que Compromís se proyecta políticamente a escala nacional. Para unos, Sumar es un instrumento que permite al partido tener eco en el Congreso. Para otros, un corsé que impide ejercer una oposición nítida frente a los socialistas, competidores electoralmente, y que han dado motivos para ser cuestionados tras la dana.