La Malva-rosa, "harta de esperar", sale a la calle para exigir soluciones para las "Casitas Rosas"

Reclaman un plan similar al de Bloques Portuarios del Cabanyal con posibles derribos y realojos

Manifestación celebrada en las Cuatro Esquinas de la malva-rosa.

Manifestación celebrada en las Cuatro Esquinas de la malva-rosa. / Germán Caballero

València

Hartazgo entre los vecinos de la Malva-rosa que casi dos años después del cambio de gobierno, ahora en manos de PP y Vox, ven como los anuncios de la alcaldesa, MªJosé Catalá, y el prometido plan integral para las "casitas rosas", punto negro del tráfico de drogas del Marítimo, no llega. Los vecinos se han vuelto a a echar a la calle este jueves a la para reclamar "soluciones no promesas", retomando las movilizaciones que se llevaron durante años para reclamar atención e inversión para el barrio y que se interrumpieron por la dana del 29 de octubre. Reivindican una solución similar a la de los bloques portuarios del Cabanyal, otro conflictivo grupo de viviendas ocupadas en gran parte, que serán derribados y donde ya se han licitado las viviendas de realojo.

“No van a callarnos”, aseguran. Vecinos y ayuntamiento han llevado a cabo varias reuniones interconcejalías para analizar la situación y necesidades del barrio. En las últimas "nos ha dejado preocupados que los responsables políticos se muestran reticentes a avanzar con otras medidas que vayan más allá de la intervención social", explica una portavoz de la asociación veicnal. "La mediación social con las familias es un proceso que puede llevar años y nosotros queremos al mismo tiempo actuaciones urbanisticas".

Carteles contra la droga en la manifestación.

Carteles contra la droga en la manifestación. / Germán Caballero

"Nadie quiere pasar por las casitas rosas, es inseguro"

"No queremos que las máquinas entren a saco, pero si pedimos que las casitas rosas, donde todavía viven muchos propietarios y familias de toda la vida del barrio, sean un espacio digno para vivir". "Ahora es una zona inhabitable, insegura, por dónde nadie quiere pasar”. “Si hay que tirar y realojar que se haga”. "Lo que ya no se puede aguantar es que el mercado de la droga siga ahí con toda la degradación social que lleva aparejado".

Los vecinos aseguran que en muchas de las viviendas no vive nadie, solo se usan para el trapicheo de droga. Consideran que las inspecciones que se están llevando a cabo son una respuesta ante la reactivación de las movilizaciones en el barrio. “Ha sido decir que salíamos a la calle y el ayuntamiento ha anunciado actuaciones”. “Esperamos no tener que salir cada 15 días para ver avances”. “Hemos dado un tiempo al nuevo gobierno, pero como no vemos avances se ha acordado retomar las manifestaciones”. “Queremos soluciones no promesas”. “Estamos hartos de esperar”.

Las reivindicaciones de los vecinos además del plan integral para las casitas rosas que se impulsó con el anterior gobierno y que el nuevo se comprometió a desarrolar, aunque "ahora parece que se ha echado atrás", son la biblioteca y el centro civico, otro compromiso pendiente, así como la urbanización de las "plazas gemelas" (sc Momblanch y Simón Bolivar). El retraso del centro cívico, ubicado en el solar de la calle Padre Antón Martín y la avenida de la Malva-rosa, "clama al cielo". “Todavía no se ha licitado el diseño, nos dicen que las parcelas se están inscribiendo...”. Lo que si avanza en el barrio son los nuevos hoteles, justo al lado del solar de la futura biblioteca, lamentan los vecinos.

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