Hace un mes desde que María (nombre ficticio para preservar su identidad) y sus dos hijas de 12 y 15 años duermen bajo el techo de una furgoneta camperizada frente al edificio donde tenían su hogar en Tavernes Blanques. Hace un mes que la familia fue desahuciada tras impagos en el alquiler que se alargaban más de un año. La mujer es víctima de violencia de género y cobra una prestación de poco más de 400 euros y lleva décadas en el municipio de l'Horta Nord, entre idas y venidas.
