¿Qué le impulsó a fundar la ONG Beyond Suncare?
Soy farmacéutica y me especialicé en Barcelona en Medicina Tropical y Salud Internacional. En 2008 me fui de voluntariado a Malawi por nueve meses. Allí descubrí las luchas de las personas con albinismo, y de alguna manera, sus batallas se convirtieron en mi lucha personal. Así que esos nueve meses se transformaron en nueve años. Me mudé al norte de Tanzania y me dediqué al 200% a las personas con albinismo de una forma muy sanitaria, pero es imposible abordar sus problemas sin un enfoque total que incluya el aspecto psicosocial, así que después de nueve años en el terreno, y de la mano de la doctora Lorea Bagazgoitia, cofundadora y dermatóloga, decidimos fundar Beyond Suncare para defender sus derechos y darles el protagonismo que no habían tenido.