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Alfons Padilla
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A. P. F.
Y tanto que pasan cosas. L'Hort de l'Alé, de la Fundación Christian-Marc Olmos Vente, demuestra que la arquitectura rural y tradicional de la Marina Alta ofrece respuestas sencillas a los retos complejos del siglo XXI. Aquí, en esta finca de Pedreguer, se difunde el patrimonio, se defiende la agricultura ecológica y sostenible, se disuelven barreras (la inclusión es esencial en este proyecto) y se hace solidaridad verdadera (la cosecha de mandarinas y naranjas se dona a ONG). "Es un pequeño lugar en el que pasan cosas", afirma Pascual Olmos. Y una de esas cosas es que la asociación Riuraus Vius lleva al arquitecto Miguel del Rey Aynat a hablar de lonjas, porches y riuraus y de la arquitectura humilde que revela una "forma valenciana de habitar" y un equilibrio perfecto (sostenibilidad auténtica) entre la casa y el territorio.
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Y tanto que pasan cosas. L'Hort de l'Alé, de la Fundación Christian-Marc Olmos Vente, demuestra que la arquitectura rural y tradicional de la Marina Alta ofrece respuestas sencillas a los retos complejos del siglo XXI. Aquí, en esta finca de Pedreguer, se difunde el patrimonio, se defiende la agricultura ecológica y sostenible, se disuelven barreras (la inclusión es esencial en este proyecto) y se hace solidaridad verdadera (la cosecha de mandarinas y naranjas se dona a ONG). "Es un pequeño lugar en el que pasan cosas", afirma Pascual Olmos. Y una de esas cosas es que la asociación Riuraus Vius lleva al arquitecto Miguel del Rey Aynat a hablar de lonjas, porches y riuraus y de la arquitectura humilde que revela una "forma valenciana de habitar" y un equilibrio perfecto (sostenibilidad auténtica) entre la casa y el territorio.
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Y tanto que pasan cosas. L'Hort de l'Alé, de la Fundación Christian-Marc Olmos Vente, demuestra que la arquitectura rural y tradicional de la Marina Alta ofrece respuestas sencillas a los retos complejos del siglo XXI. Aquí, en esta finca de Pedreguer, se difunde el patrimonio, se defiende la agricultura ecológica y sostenible, se disuelven barreras (la inclusión es esencial en este proyecto) y se hace solidaridad verdadera (la cosecha de mandarinas y naranjas se dona a ONG). "Es un pequeño lugar en el que pasan cosas", afirma Pascual Olmos. Y una de esas cosas es que la asociación Riuraus Vius lleva al arquitecto Miguel del Rey Aynat a hablar de lonjas, porches y riuraus y de la arquitectura humilde que revela una "forma valenciana de habitar" y un equilibrio perfecto (sostenibilidad auténtica) entre la casa y el territorio.
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