
Bioparc invita a celebrar “todo el año” el Día Mundial del Medio Ambiente
El parque fue pionero en 2019 al eliminar completamente el plástico de un solo uso en el menaje y utensilios de sus restaurantes y en 2024 el sistema de autoservicio de agua suprime el residuo de 300.000 botellas de plástico al año

Sitatungas, driles e hipopótamos pigmeos en la recreación de la selva de Bioparc Valencia. / ED
La sintonía de Bioparc Valencia con los movimientos internacionales conservacionistas es evidente; si este año la temática escogida por Naciones Unidas con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente es #SinContaminaciónPorPlásticos, ya al inicio de 2019 Bioparc Valencia conseguía el hito de ser el primer parque en eliminar completamente el plástico de un solo uso en el menaje y utensilios de los restaurantes, sustituyéndolos por enseres de fibras vegetales compostables y biodegradables. Se adelantaba así a la directiva europea de 2021 y tal era la sorpresa para el público ante estos novedosos materiales que realmente semejan plástico que se lanzó la campaña “No todo es lo que parece. Esto no es plástico” y se incorporaron depósitos de basura orgánica para enseñar a separar estos residuos, algo que ahora ya es común con los contenedores marrones de nuestras ciudades.
El objetivo era evidente dentro de la filosofía de Bioparc, no solo actuar, sino también concienciar y animar a “pasar a la acción”. Esta innovación formaba parte de la estrategia general de sostenibilidad de Bioparc que incluye igualmente procesos que contribuyen a la economía circular, la búsqueda de la máxima eficiencia en la gestión para minimizar el impacto ambiental, el consumo responsable y aplicar las 4 R’s en los distintos ámbitos de actuación: Reducir, reutilizar, reciclar y recuperar.
Autoservicio de agua
Siguiendo este proceder y, en este caso, dirigiendo el esfuerzo a la enorme problemática de la contaminación por plásticos, el año pasado Bioparc Valencia añadió otra transformación con la instalación de un sistema de autoservicio de agua en los lineales de restauración con el que consigue suprimir el consumo y residuo generado por cerca de 300.000 botellas de plástico al año. El objetivo principal es nuevamente disminuir el impacto medioambiental asociado al consumo de agua embotellada en plástico de un solo uso, promoviendo la utilización de agua filtrada como alternativa ecológica a través de dos fuentes de agua de red con equipos de ósmosis externas.
La aplicación de esta iniciativa ha sido altamente satisfactoria puesto que, además, ha permitido mejorar la experiencia de las personas que visitan Bioparc en un doble sentido: saber que están ayudando al compromiso colectivo de protección del medioambiente y el beneficio en la elección de agua como bebida, puesto que disponen de ella de forma ilimitada y pueden escoger entre fría, natural y con gas. Asimismo, hay que tener en cuenta el impacto positivo de estas actuaciones de forma paralela al reducir la huella de carbono y contribuir al ahorro de recursos hídricos y energéticos.

Visitantes observando a los lémures en la isla de Madagascar de Bioparc. / ED
Todas estas medidas son solo algunos ejemplos que forman parte del ADN de Bioparc: conservar nuestro maravilloso planeta. Porque en Bioparc el Día Mundial del Medio Ambiente se celebra todo el año. El nombre escogido, Bioparc, significa “parque de vida” porque su creación tiene que ver con el deseo de transformar a la sociedad para vivir en armonía con la naturaleza y conseguirlo acercando la belleza de esos hábitats salvajes y amenazados para enamorar y despertar el sentimiento de protección hacia la inmensa riqueza de biodiversidad que nos rodea.

Sherry, el nuevo macho de jirafa en la sabana de Bioparc Valencia. / ED
En este contexto Bioparc Valencia propone un recorrido por los paisajes africanos de la sabana, los grandes humedales, la indómita selva y la exótica isla de Madagascar. Todo ello para contemplar a los 6.000 animales de 150 especies que alberga, la mayoría de ellos en grave peligro de extinción. En este sentido, el parque contribuye muy activamente a su preservación, tanto en sus hábitats de origen a través de las colaboraciones de la Fundación Bioparc, como con la exitosa participación en los programas internacionales que tienen como fin garantizar su supervivencia y evitar así su extinción. Fruto de estas contribuciones, el parque muestra ahora una de las caras más “tiernas” de la naturaleza, con las crías de especies tan emblemáticas como las de elefante, Makena y Malik de dos y un año respectivamente; o también las de chimpancé o gorila. Contemplar la naturaleza salvaje amenazada es posible dentro de la ciudad y en Bioparc, con la satisfacción de saber que se está contribuyendo a la conservación del medio ambiente.
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