Venga, venga…

Feijóo no lee la prensa deportiva con la misma afición que Rajoy. El líder del PP olvidó que el domingo pasado, además de su protesta contra Sánchez en Madrid para exhibir músculo ante Vox, había carreras de MotoGP en Alcañiz, la final de Alcaraz en París y de fútbol en Múnich, palabras mayores. De hecho, si la selección hubiera ganado a Portugal, pese a De la Fuente y Morata, seguro que su manifestación hubiera pasado desapercibida. Con todo, al PP le salió bien el baño de multitudes, porque de vez en cuando hay que arengar a la tropa. Qué se lo digan a Mazón, que fue recibido entre ovaciones y al grito de “presidente, aguanta”. Cariño que notó una semana antes en Nàquera en el acto que le montó Mompó.

Mazón vuelve tan lanzado de Madrid que hasta se ha apuntado la reclamación de las competencias de Costas, algo que no se había atrevido a hacer ningún president desde illo tempore. Lo que quiere decir que no solo está dispuesto a batallar ese fuego amigo que lo da desahuciado, sino que va a acentuar su perfil autonomista hasta el infinito y mucho más, bien cargado de victimismo, ese que tantos réditos le dio a Camps contra Zapatero. Sánchez da mucho juego, sobre todo a la contra, y ahora el que parece noqueado es el presidente del Gobierno, porque ni los suyos se explican por qué se resiste a convocar la Comisión Mixta y sigue sin acercarse a las poblaciones más afectadas.

El pasado fin de semana quién pudo tomó los primeros baños del verano, cosa que siete meses después siguen sin poder algunos de los vecinos de la zona cero de la dana, donde los ayuntamientos trabajan a contrarreloj para abrir las instalaciones municipales de verano. En el saludo de despedida de la Conferencia de Presidentes el viernes en Barcelona, Mazón aprovechó para recordarle a Sánchez que más de siete meses después el Gobierno y la Generalitat siguen de espaldas. “Venga, venga…”, fue la única respuesta de Sánchez.