El acusado de asesinar de 22 cuchilladas a su exsuegro en l'Eliana se juega la prisión permanente revisable

Un jurado popular juzga a Sergio A. L., de 27 años, por colarse de noche en la casa de su exnovia y matar al padre al hacerle responsable de la ruptura

Sergio A. L a su llegada al Palacio de Justicia de Llíria. Horas después ingresaba en prisión.

Sergio A. L a su llegada al Palacio de Justicia de Llíria. Horas después ingresaba en prisión. / José Manuel López

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

València

Fueron 22 cuchilladas, con un arma de 11 centímetros de hoja, y a traición porque la víctima sufría una sordera absoluta que le impidió percatarse del ataque y repelerlo. Esas son las bases por las que la hija de Juan Ramón Climent Viguer, que tenía 63 años el día que fue acuchillado hasta la muerte, solicita para el acusado de su asesinato, el exnovio de la joven, la máxima condena posible en España: la prisión permanente revisable.

El crimen, que tiene todos los tintes de un asesinato machista de corte vicario y del que Levante-EMV informó en su día en exclusiva, fue cometido en la noche del 11 de noviembre de 2021, en el domicilio de la víctima, en la calle Rincón de Loix de la urbanización Hendaya, en l'Eliana, cuando Juan Ramón estaba tumbado en una butaca, en el salón de su casa, completamente ajeno a lo que iba a suceder. En la misma habitación se encontraba la madre de la víctima, pero nunca ha podido contar qué ocurrió: tenía 93 años y un deterioro cognitivo tan grande que ni siquiera fue consciente de los hechos, una baza que ha jugado a favor del acusado, que será juzgado a partir de este lunes por un tribunal popular en la Ciudad de la Justicia de València.

Se aprovechó de que era sordo

La Fiscalía, sin embargo, no considera que el crimen entre en los supuestos penales que contemplan la prisión permanente revisable, a pesar de que en el relato provisional de hechos sí relaciona la "hipoacusia profunda por pérdida neurosensorial del oído" con el hecho de que no se percatara de que iba a ser atacado, lo que supuso una ventaja para el presunto asesino porque Juan Ramón "no tuvo posibilidad alguna de repeler la agresión". Así, contempla que se trata de un asesinato, pero no cree que la vulnerabilidad de la víctima merezca la máxima condena y pide que sea castigado con 20 años de cárcel.

El presunto asesino, Sergio A. L., que en ese momento tenía 23 años, había mantenido una relación sentimental con la hija de Juan Ramón que se había terminado, inicialmente, dos años antes del crimen. Sin embargo, había intentado en varias ocasiones que la chica regresase con él y, finalmente, culpaba de la ruptura al padre de la joven. Esa fue, según estableció en su momento la investigación llevada a cabo por el grupo de Homicidios de la Guardia Civil de València, la motivación del crimen.

El relato del fiscal describe que a las 21.00 horas de aquel 11 de noviembre de 2021, el ahora juzgado se coló en la vivienda utilizando una puerta que comunicaba el jardín con la cocina de la casa, a sabiendas de que siempre estaba abierta. Luego, se dirigió al salón y, sin que la víctima se diera cuenta, le asestó 22 cuchilladas, tras lo cual huyó.

Operario de una industria cárnica

Fue una de las hermanas de Juan Ramón, que vivía en la casa junto a él y a la madre de ambos, quien lo encontró y salió a pedir ayuda a un vecino, que era, casualmente, policía local en València. Inicialmente, la Guardia Civil detuvo a la hermana de la víctima, pero enseguida la exculpó y dirigió sus pesquisas contra Sergio A. L., arrestado cuatro días después de los hechos, el 15 de noviembre, horas después de la puesta en libertad de la mujer.

Tres días más tarde, el presunto asesino, que en aquel momento trabajaba en una industria de elaborados cárnicos como operario, fue enviado a prisión, donde continúa actualmente, por la jueza de Instrucción de Llíria. En aquel momento, los juzgados de la capital del Camp de Túria acumulaban varias denuncias por violencia machista contra Sergio A. L., en las que se recogían distintos episodios de malos tratos hacia la hija de Juan Ramón Climen, quien no aprobaba la relación precisamente por esa actitud. De hecho, la Policía Local de l'Eliana tuvo que intervenir en numerosas ocasiones en el domicilio donde se perpetró el crimen para mediar en discusiones entre padre e hija.

Además, Sergio A. L. había sido juzgado tres años del asesinato de su exsuegro por otro hecho violento: una agresión a su madre. Sin embargo, no llegó a ser condenado porque la mujer optó por no declarar contra su hijo, lo que dejó a la Fiscalía sin carga probatoria y el caso acabó en archivo.

Tracking Pixel Contents