Biología

Descubren una "regla universal" que gobierna a toda la vida sobre la Tierra

Loa patrones se reiteran en organismos muy distintos, dejando ver una especie de "andamiaje" que sustenta a todo lo vivo sobre el planeta

El patrón identificado se aprecia en organismos tan diferentes como anfibios, aves, mamíferos, reptiles, insectos y árboles.

El patrón identificado se aprecia en organismos tan diferentes como anfibios, aves, mamíferos, reptiles, insectos y árboles. / Crédito: Universidad de Reading.

Pablo Javier Piacente / T21

En una investigación que abarcó más de 30.000 especies y siete grupos principales de vida, un equipo internacional de científicos, con participación española, ha descubierto un patrón oculto y una regla "universal" que gobierna cómo la biodiversidad se desarrolla en los ecosistemas terrestres.

Un estudio internacional publicado en la revista Nature Ecology & Evolution ha dejado al descubierto un patrón oculto que podría transformar nuestra comprensión sobre la organización de la biodiversidad en el planeta. La investigación, que analizó la distribución de más de 30.000 especies pertenecientes a siete grupos fundamentales, revela que la vida sigue una regla universal, donde un núcleo central de biodiversidad actúa como motor de la dispersión de las especies en los ecosistemas terrestres.

El trabajo, liderado por el investigador Rubén Bernardo-Madrid de la Universidad de Umeå, en Suecia, y con el respaldo de especialistas la Universidad de Reading, en Inglaterra, la Universidad Rey Juan Carlos y la Estación Biológica de Doñana-CSIC, en España, demuestra que en cada biorregión existe un “punto caliente” que concentra la mayor cantidad de especies. 

A partir de este núcleo, las formas de vida se irradian hacia las áreas circundantes, aunque con una notable reducción en el número de especies que logran establecerse en zonas más alejadas. Este patrón concéntrico parece repetirse en todos los continentes, independientemente del tipo de organismo o de las condiciones ambientales particulares. Esto sugiere la existencia de un proceso ecológico generalizado, que ha operado a lo largo de la historia evolutiva de la Tierra.

Del centro a la periferia: un patrón único

Según una nota de prensa, el mecanismo que subyace a este fenómeno se explica a través del concepto de “filtrado ambiental”. En el centro de cada biorregión, las condiciones son especialmente propicias: un clima moderado, disponibilidad de recursos constantes y menor exposición a eventos extremos confieren a estas áreas una ventaja crucial para la supervivencia y diversificación. 

Por el contrario, al desplazarse hacia las periferias de cada zona, las condiciones se tornan más desfavorables, permitiendo únicamente la persistencia de especies altamente especializadas. Esta dualidad entre zonas de abundancia y áreas de transición configura una estructura ordenada, a través de la cual la biodiversidad se genera y se mantiene de forma predecible.

Un aspecto clave es que este patrón se observa de forma idéntica en organismos tan distintos como anfibios, aves, mamíferos, reptiles, insectos y árboles. La diversidad de estrategias de vida, que contempla acciones como volar, nadar o trasladarse por la tierra, no impide que todas las especies sigan la misma ley en cuanto a su distribución. 

Una estrategia de conservación ambiental

De esta manera, el estudio refuerza una idea desarrollada en investigaciones previas, en torno a que la biodiversidad no es el resultado de procesos aleatorios ni desconectados, sino que responde a un esquema ecológico fundamental que ha permanecido constante a través del tiempo y del espacio.

Referencia

A general rule on the organization of biodiversity in Earth’s biogeographical regions. R. Bernardo-Madrid et al. Nature Ecology & Evolution (2025). DOI:https://doi.org/10.1038/s41559-025-02724-5

Para los científicos a cargo del nuevo estudio, la revelación de esta regla universal tiene profundas implicaciones prácticas para la conservación ambiental. Al identificar los núcleos de biodiversidad o “puntos calientes”, los especialistas dispondrán de una herramienta valiosa para anticipar y mitigar los efectos del cambio climático y la pérdida de hábitats. 

Esto indica que conservar estas áreas centrales se convierte en una prioridad esencial, ya que actúan como refugios naturales que garantizan la continuidad y resiliencia de la vida en cada región. En este sentido, la estrategia de protección debería enfocarse en mantener la integridad de estos núcleos, asegurando así la estabilidad de los ecosistemas a su alrededor.

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