ANÁLISIS

El ataque de Israel busca debilitar a Irán en plena negociación nuclear con Estados Unidos

Este domingo, Omán acogía la sexta ronda de negociaciones entre los enviados de Trump y los de los ayatolás

Uno de los altos cargos iraníes atacados es un hombre clave en las negociaciones del programa nuclear del país persa

Imagen de un dia cualquiera en las calles de Teherán .

Imagen de un dia cualquiera en las calles de Teherán . / ABEDIN TAHERKENAREH / EFE

Mario Saavedra

Mario Saavedra

Madrid

La fuerza de las armas se superpone a la vía diplomática una vez más en Oriente Próximo. El ataque por sorpresa de Israel contra Irán de este viernes se produce a menos de 72 horas de la celebración de la sexta ronda de negociaciones entre los enviados del régimen de los ayatolás y los de Donald Trump, prevista para este domingo en Mascate, la capital de Omán. El objetivo tanto de las bombas israelíes como de los emisarios del presidente de Estados Unidos es el mismo: hacer descarrilar el programa nuclear iraní. 

Israel ha asesinado a varios líderes de la cúpula militar israelí y científicos nucleares. Entre ellos está Ali Shamkhani, uno de los principales consejeros del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei. Ha resultado gravemente herido; algunas fuentes lo dan por muerto. 

Shamkhani es el hombre que susurraba al oído de Jamenei la estrategia a seguir durante las negociaciones con Estados Unidos sobre el programa nuclear, relanzadas por Trump el pasado 12 de abril. Días antes de que comenzaran esos ataques, advirtió de que su país podría expulsar a los inspectores nucleares internacionales y dejar de cooperar con la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) si se le atacaba. Es una figura diplomática clave, con muchos os fuera del país. Fue precursor del acercamiento de Irán a Arabia Saudí propiciado por China.

“Este ha sido el ataque de un país, Irán, que ha firmado el tratado de no proliferación nuclear por parte de otro, Israel, que no lo ha hecho y que probablemente tiene armas nucleares”, valora Haizam Amirah Fernández, director ejecutivo del nuevo Centro de Estudios Árabes Contemporáneos (CEARC).

Para el analista, el bombardeo pretende debilitar a Irán en plenas negociaciones nucleares y forzarle a una "rendición humillante" sobre su programa nuclear. Considera que el presidente estadounidense “probablemente” haya estado al tanto, incluso participado con inteligencia o misiles antibúnker. Advierte de que presionar demasiado a Teherán puede derivar en inestabilidad o incluso cambio de régimen. “Salvando las distancias, Trump parece que pretende que el líder supremo de Irán, Alí Jamenei, emule al emperador de Japón Hirohito, que en 1945 aceptó la rendición incondicional de su país. Si no le sale bien esta peligrosa jugada, todo el mundo pagará un precio potencialmente elevado”.

Trump y el programa nuclear iraní

La posibilidad de que Irán consiga armas nucleares ha sido anatema tanto para Israel como para Estados Unidos desde hace décadas. En las elecciones estadounidenses de 2008, el candidato republicano John McCain apareció en campaña cantando “¡bombardea, bombardea, bombardea Irán!”. Desde entonces, todas las istraciones han tenido en el punto de mira al régimen de Teherán, por la vía diplomática o por la de las armas. 

El actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó durante su primer mandato el peor ataque contra el país persa hasta entonces: en enero de 2020, misiles estadounidenses asesinaron al comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní, Qasem Soleimaní. Se trataba de “parar una guerra”, dijo entonces Trump.

Dos años antes, había abandonado el acuerdo firmado por Estados Unidos y varias potencias internacionales con Irán para limitar su programa nuclear a cambio de relajar las sanciones financieras y petroleras contra el país. “Cualquier país que ayude a Irán también podría ser sancionado”, advirtió entonces. Su razonamiento era que el texto había sido “tan mal negociado” por su predecesor, Barack Obama, que el régimen estaba “al borde de conseguir armas nucleares en un corto periodo de tiempo".

Pero, en su nuevo mandato, Trump ha dado señales de querer desescalar la tensión en la región. Tras los ataques de Hamás contra Israel del 7 de octubre de 2023, Israel ha atacado a casi todos sus vecinos de la región (Gaza y Cisjordania, Líbano, Yemen, Siria y el propio Irán) y ha dejado un reguero de decenas de miles de muertos y choques inéditos hasta la fecha que han amenazado con provocar una guerra regional total.

Cambio de tono en Trump

Públicamente, Estados Unidos estaba insistiendo  en la vía diplomática. El jueves, Trump aún advertía de que un eventual ataque de Israel a Irán podría arruinar la negociación pacífica de un acuerdo nuclear, que estaba “bastante cerca”. Horas después, Israel bombardeó con más de 200 aviones de combate decenas de objetivos militares y civiles iraníes. 

El presidente iraní promete una “poderosa respuesta” a Israel

El presidente iraní promete una “poderosa respuesta” a Israel / .

Trump ha cambiado el tono tras el bombardeo. Ha advertido desde su red social Truth a las autoridades iraníes de que Israel lanzará nuevos ataques “aún más brutales” si Irán no firma el acuerdo sobre su programa nuclear, pero que “quizá tengan una segunda oportunidad”. Irán no acepta la oferta estadounidense, que considera “inaceptable” y pretendía presentar una contrapropuesta este domingo.

El Pentágono asegura que no ha participado en la misión, aunque la conocían. Días antes, Estados Unidos había ordenado el traslado del personal no esencial de varias embajadas y bases militares en Oriente Medio, junto con sus familias.

Irán y la Organización Internacional de la Energía Atómica

Uno de los ataques ha afectado a las instalaciones nucleares en Natanz, en el centro del país, espina dorsal del programa nuclear iraní y muy bien protegidas. Han llegado "al espacio subterráneo del sitio", a 50 metros de profundidad, que alberga una sala de enriquecimiento de varios pisos con centrifugadoras, salas eléctricas y demás infraestructura de apoyo, según el ejército israelí. 

En una carta dirigida al secretario general de Naciones Unidas, Irán ha calificado de  "temerario" el ataque israelí a la central de Natanz. "No solo ha puesto en grave peligro la vida de civiles iraníes, sino que, al generar el riesgo de una catástrofe radiológica, representa una amenaza inquietante para la paz y la seguridad a nivel regional e internacional", se lee en la carta, distribuida por la Embajada de Irán en España. "Todo ataque militar deliberado contra instalaciones nucleares sometidas a salvaguardias internacionales constituye una flagrante violación del derecho internacional. Esta agresión también debilita aún más el régimen global de no proliferación y socava la integridad del funcionamiento del OIEA"

La Agencia de la ONU ha dicho que por ahora no hay cambios en el nivel de radiación en Natanz. “Estos acontecimientos son profundamente preocupantes”, ha declarado el director general del OIEA, Rafael Grossi. “He afirmado en reiteradas ocasiones que las instalaciones nucleares nunca deben ser atacadas, independientemente del contexto o las circunstancias, ya que podrían dañar tanto a las personas como al medio ambiente”.

Horas antes, el OIEA había aprobado una resolución crítica con Irán por violar sus obligaciones con la agencia y denunció la intención de Teherán de construir una nueva instalación de enriquecimiento de uranio.

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